Shiatsu en los niños
Mucho se ha
hablado de los beneficios que tiene el
Shiatsu Zen (milenaria terapia de origen japonés que se basa en los principios básicos de la
medicina china) así como otras terapias
complementarias y variadas técnicas de masaje en los adultos, pero muy poco se
sabe de la importancia de esta terapia en los niños.
En la cultura
occidental se recurre a “tomar un
masaje” cuando el dolor o contractura se
hacen muy evidentes solo como manera de
paliar- contrarrestar- aliviarlos. Pero aquello de duele, que bloquea, que
contractura tiene una causa, un origen particular, flujo de energía bloqueado
que desequilibra el organismo.
Hoy en día el
estrés está afectando también a los niños y es cada vez más habitual encontrar en
ellos diversos bloqueos
energéticos. El ritmo de vida al que son
expuestos, las horas excesivas de escolaridad (muchos padres se ven obligados a
elegir doble escolaridad para sus hijos por las horas laborales que deben cumplir)
a las que se suma el club, la práctica de deportes, refuerzo de distintas
clases, etc. y un sistema escolar de enseñanza que los
obliga a permanecer sentados y quietos gran parte del tiempo es causa directa
de este estrés y muchas veces de, lo que
para el sistema educativo y para gran parte de la sociedad, son los “problemas
de conducta”.
Todos los
niños son susceptibles a los cambios en su entorno, la enfermedad y los
desordenes físicos son procesos de adaptación a dichos cambios necesarios para
estar saludables. En occidente se ataca directamente el síntoma impidiendo
muchas veces que la enfermedad se exprese, coartando el proceso natural de
adaptación.
¿Por qué Shiatsu?
Recordemos
que todos al nacer venimos de un lugar seguro, cálido y de protección: el útero
materno. Luego somos recibidos a través del tacto, sentido esencial que
despierta un mundo de experiencias y emociones constantes estableciendo, a
decir del psicólogo francés Henry Wallon, un
dialogo tónico piel a piel que
constituye nada más y nada menos que la primera manera de comunicación.
A medida que
el niño va creciendo se van perdiendo estos importantes momentos de tacto, de
dialogo cuerpo a cuerpo, de miradas donde las palabras sobran.
Es en esta
primera etapa de la vida, la infancia, donde se desarrollan la seguridad, las capacidades
comunicativas, la confianza, el respeto y demás valores que acompañarán al
adulto a lo largo de su vida.
El Shiatsu
como terapia complementaria permite al niño reconectarse con esta sensación
placentera del tacto, contribuye a restablecer
su centro emocional, recuperar su equilibrio y promueve la auto-confianza.
Está
comprobado que las personas que han recibido masaje desde su infancia
establecen una relación saludable con su cuerpo que les beneficia y favorece el
buen funcionamiento de su organismo
El Shiatsu Zen
actúa no solo como sistema preventivo si
no que también es una poderosa y segura herramienta complementaria para tratar las dolencias comunes de la
infancia
Entre sus
importantes beneficios se encuentran:
·
Aumenta
las defensas del organismo, fortalece el sistema inmunológico, respiratorio y digestivo.
·
Favorece
el armado y la integración del esquema corporal: El contacto directo, las
presiones palmares y pulgares, así como las distintas maniobras de balanceo y
rotación ayudan al niño a sentirse y reconocerse en su cuerpo, lo cual favorece
al armado e integración de dicho esquema
·
Re-establece
y mantiene el equilibrio energético, fuerza
vital en el cuerpo fisiológico, mental y
emocional del organismo favoreciendo los procesos de curación naturales que
todo ser tiene
·
Colabora
a que el niño se conecte con su capacidad de relajación
Por todo ello
contribuye al desarrollo, crecimiento y bienestar del niño de una manera
natural y segura estimulando un crecimiento sano y equilibrado
Y recordemos
que “Niños felices, futuros hombres en paz”
Orieta Tellería
Prof. Expresión y Lenguaje Corporal. Estimuladora Temprana.
Terapeuta Shiatsu Zen. Especialista en bebés y niños.
Flores de Bach
Felicitaciones Chicas, un muy buen Emprendimiento, Éxitos!!!
ResponderEliminarTe lo mereces Orie, de corazón, te quiero mucho: Neli